La constipación es un trastorno cada vez más frecuente en la actualidad. Es definida como la retención de materia fecal en el colon por un tiempo mayor del normal, de 24 a 72 hs. después de ingerir alimentos. Otras definiciones/ profesionales establecen que 5 deposiciones por semana es lo normal, mientras que por debajo de 3 se considera estreñimiento.
Entre sus causas más comunes se encuentran una inadecuada alimentación, el sedentarismo, falta de tiempo para ir al baño, el estrés o lo que es más habitual, una combinación de ellas. Las mujeres son más propensas a padecerla que los hombres, sobretodo en la edad madura. Se acompaña de sensación de hinchazón, dolor abdominal, pesadez y/o flatulencia.
La falta de tiempo para ir al baño es un factor relevante pero siempre es tenido en cuenta por las personas que tienen constipación. Desayunar rápido y parado, o no desayunar y luego irse a trabajar, provoca un estreñimiento inducido que con el tiempo puede volverse crónico. El mejor horario para ir al baño es por la mañana luego del desayuno, porque tras éste se produce un aumento de la motilidad intestinal que favorece la defecación. Como el intestino es un músculo, al igual que el resto de los músculos del cuerpo, debe ser entrenado y se le debe dedicar tiempo. Por lo tanto se deberían reservar entre 10 y 15 minutos después de desayunar para ir al baño y respetar este momento diariamente.
En cuanto a la alimentación, es importante destacar el consumo de verduras y frutas (sobretodo crudas y con su piel), cereales integrales, yogures y leches fermentadas y aceite con moderación (de oliva, canola o soja), etc. Realizar varias comidas (de 4 a 6 comidas diarias bien organizadas), respetar el horario de las comidas y la ingesta abundante de líquidos (dos litros de agua a lo largo de toda la jornada), también contribuyen a mejorar la función intestinal. A veces, sucede que las personas que comienzan a hacer una dieta para bajar de peso experimentan una alteración en su ritmo evacuatorio. La razón de esto es el cambio en la alimentación, pero se trata de una condición pasajera que se regulariza en poco tiempo.
Respecto al ejercicio físico, éste también desempeña un papel muy importante en la buena función intestinal. Es común que las personas sedentarias sufran constipación con mayor frecuencia que las personas que realizan ejercicio habitualmente. Para que la gimnasia tenga efectos positivos, ésta debe ser realizada en forma periódica y regular (lo ideal es 30 minutos por día) combinando diferentes tipos de actividades. Pero si no es posible ir a un gimnasio o desarrollar algún deporte, la caminata es una buena opción al alcance de todos. También es importante practicar ejercicios abdominales para fortalecer los músculos que intervienen en la defecación. En lugar de hacer sobremesas muy largas, salir a caminar o pasear ayuda a la digestión y a los movimientos intestinales.
No es recomendable abusar de laxantes u otros medicamentos de procedencia dudosa ya que pueden empeorar el cuadro.
Todo lo que la persona hace se ve reflejado en su cuerpo y en su salud. Todos los hábitos y conductas sean adecuadas o no, tienen efectos acumulativos y su repercusión se ve con el transcurso del tiempo. Por lo tanto, adoptar hábitos alimenticios y de ejercicio saludables, combatir el estrés, respetar el horario de las comidas e ir al baño regularmente previenen la constipación y si esta ya está instalada, mejoran los síntomas y la calidad de vida de la persona.
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